La Casa Negra de Almansa cerró un ejemplar ensamblado entre todos los que quisieron participar cediendo piezas personales. Con acierto se llamó a esta edición: La caja negra: el registro de lo que pasó. El cierre de esta caja fue lacrado y siguiendo las instrucciones podrá abrirse en unos años, recordando el célebre Muerto que tiene sed del gran Wolf Vostell
Javier Barrachina nos muestra el primer y único ejemplar de La Caja Negra
